LOS SINDICATOS AMARILLOS CONTINÚAN NEGOCIANDO CON EL GOBIERNO Y LA PATRONAL

23 de Mayo de 2013

El 8 de julio era la fecha límite: ese era el día en que cientos de convenios colectivos cuya renovación estaba paralizada o en ciernes caducaban y, con ellos, los derechos adquiridos de los trabajadores afectados. Sindicatos y patronal se sentaron a la mesa de negociación para buscar soluciones y, después de semanas tratando de acercar posturas, han llegado a un acuerdo: los convenios mantendrán su vigencia mientras empresa y representantes de los trabajadores sigan negociando y cualquiera de las partes podrá decidir en cualquier momento "que la negociación está agotada" y, por tanto, instar la mediación obligatoria o el arbitraje voluntario. Se trata, en general, de un acuerdo muy favorable para los sindicatos, que han reclamado durante meses fórmulas para evitar que los convenios dejaran de aplicarse. En el documento del acuerdo, al que ha tenido acceso eldiario.es, CCOO, UGT, CEOE y Cepyme se comprometen a "agilizar e intensificar" las negociaciones que estén en curso "a fin de propiciar el acuerdo antes del término legal de vigencia de los convenios", es decir, del 8 de julio. Ese era el plazo que marcó la reforma laboral: la norma puso fin a la llamada 'ultraactividad', o lo que es lo mismo, a la prórroga indefinida de un convenio. De esta forma, si tras un año de la entrada en vigor de la reforma laboral, empresa y trabajadores no pactaban la renovación de los convenios que estaban caducados, estos dejaban de tener vigencia.

Con este pacto, si para el 8 de julio aún hay convenios en los que no se ha llegado a un pacto entre las partes, sus condiciones se seguirán aplicando mientras sindicatos y empresa se hayan comprometido expresamente a seguir un proceso de negociación, "garantizando durante la duración acordada de dicho proceso el mantenimiento del convenio vencido". En caso de que los convenios hubieran decaído, hubieran dejado de aplicarse todas las mejoras que se hubieran alcanzado en, por ejemplo, salarios, descansos, o categorías profesionales.En cualquier caso, los agentes sociales han acordado una fórmula para acudir a la mediación o el arbitraje en caso de que sea necesario, pero siempre de forma voluntaria. "Cada una de las partes podrá decidir que la negociación está agotada y, por tanto, instar la mediación obligatoria o el arbitraje voluntario", dice el texto. Los sindicatos siempre han defendido que el recurso a estos mecanismos debía quedar a elección de las partes, tal y como se establece en el Estatuto de los Trabajadores, y no ser impuesto.

Eso sí, en los casos en los que las negociaciones ya estén bloqueadas y se trate de convenios que lleven dos años caducados, las partes "deberán" acudir a los sistemas de solución extrajudicial de conflictos, bien de la administración general del Estado o bien de las comunidades autónomas. "Las partes deberán acudir de manera urgente a la mediación o al arbitraje voluntario en aquellos convenios que hayan sido denunciados con dos años de antelación al 8 de julio de 2013 y que a la fecha no se hubiera renovado", señala el acuerdo.

En el documento, sindicatos y patronal se comprometen a potenciar los mecanismos de flexibilidad externa -reducciones y suspensiones de jornada, reducciones de sueldo, 'bolsas de horas', etc.- para tratar de evitar despidos. En juego estaban hasta 1.800 convenios que afectan a cerca de tres millones y medio de trabajadores. No obstante, estos datos son solo orientativos porque no hay una estadística concreta al respecto. De hecho, en el texto del acuerdo sindicatos y patronal recuerdan que se han dirigido al Ministerio de Empleo para obtener información más certera sobre los convenios y los trabajadores afectados. Los convenios colectivos fijan mejoras laborales para los trabajadores de una empresa, sector o territorio; pero también sirven para marcar las condiciones de trabajo y adaptarlas a las circunstancias y la naturaleza de la actividad correspondiente. En caso de que hubieran decaído, se hubiera aplicado el convenio de ámbito superior y , de no existir, el Estatuto de los Trabajadores, que tan solo fija las condiciones mínimas.

Fuente: eldiario.es

 

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